Prendes la televisión y pones un DVD 'hot' para entrar en calor con tu chico, sin embargo el resultado no es el que habías planeado, ¡por que no puedes contorsionarte, gritar o verte igual a la protagonista! ¿te suena conocido? Aunque las películas pornográficas pueden despertar el deseo, también puede generar en nosotras comparaciones con otras chicas y por consecuencia, frustración por no tener un cuerpo perfecto.
Las mujeres somos las más preocupadas por cuidar nuestra imagen al momento de experimentar una relación íntima: evitamos determinadas posiciones para que no salgan a relucir nuestras imperfecciones, nos arreglamos antes de ir a la cama y nos ponemos lencería que resalte nuestro cuerpo, entre otras cosas. En cambio, los hombres no se preocupan tanto por su aspecto y no temen desnudarse frente a una mujer, lo cual hace que nos lleven al delantera en cuanto a placer y satisfacción.
Según la psicoterapeuta de pareja Claudia Rampazzo, lo mejor que se puede hacer para disfrutar una relación sexual es aceptarse y reconciliarse con lo que se tiene: “Tenemos la influencia de la pornografía, aunque no seamos muy usuarias de ella. Cuando nuestras parejas utilizan porno entramos en controversia, porque salen cuerpos esculturales y las mujeres se comparan con ese parámetro y se avergüenzan de mostrar el cuerpo al creer que ellos buscan otro estilo.
Los hombres tienen ese mismo complejo respecto a su cuerpo, dirigidos al hecho de que el pene no lo tienen tan grande o no les dura la erección tanto tiempo, o no eyaculan en esa cantidad”, explicó.
Rampazzo comentó también que todas esas inconformidades del cuerpo, se traducen en relaciones sexuales insatisfactorias, ¿qué hacer para evitar esto? ¡Te decimos!