Un sabor especial y mucha energía es lo que el azúcar le puede proporcionar a tu organismo, pero, para que sea un beneficio y no lo contrario, debes consumirla con moderación.
¡Te contamos todo lo que querías saber sobre el azúcar!
- Abundan los mitos acerca de la buena nutrición; uno de ellos señala que el azúcar es perjudicial y que debemos evitarlo en lo posible. Sin embargo, es un carbohidrato favorable en la dieta de cualquier persona, siempre que se ingiera en la cantidad adecuada a la edad, el peso, la talla y las condiciones de salud individuales.
Lo que sí hay que destacar es que no es recomendable erradicar el azúcar de nuestra alimentación, pues ésta nos ayuda en los procesos de memorización y aprendizaje, además de que es una fuente de energía muy valiosa, así que tampoco le huyas del todo.
No es que el azúcar carezca de efectos negativos, puede provocar caries, obesidad, aterosclerosis, entre otros padecimientos, pero estos se pueden evitar con la moderación en el consumo de aquello que la contiene: caramelos, postres, mermeladas, refrescos e inclusive frutas y algunas verduras. Sí, todo eso que nos encanta y de lo cual no tenemos que abstenernos si sabemos cuánto, cuándo y cómo disfrutarlo.
- Existen distintos tipos de azúcares, algunos preferibles que otros:
- Refinado: se identifica por ser muy blanco, es fácil de digerir y pasa rápido a la sangre, donde libera insulina, una hormona que la transforma en grasa, con la posibilidad de generar trastornos metabólicos como hipoglucemia. Es preciso restringir la ingesta de este tipo de azúcar, especialmente en casos de diabetes, hipertensión, enfermedades coronarias o sobrepeso.
- Glass: especial para repostería, es un polvo muy fino y de sabor delicado.
- Moreno: es de color café claro, menos procesado que el azúcar refinado, por lo tanto con más vitaminas y minerales.
- Edulcorantes: los más usados son sacarina, sorbitol y aspartame; aunque en un tiempo se consideraron peligrosos para la salud, se ha comprobado que podrían producir daño sólo si se consumen de manera exorbitante. Sólo el aspartame está contraindicado en el caso de los fenilcetonúricos. Los edulcorantes tienen menos calorías que el azúcar común, además de que son útiles para las personas diabéticas.
- Dulces alternativas: como las mieles de abeja, de maple o de cereales fermentados (trigo, cebada y maíz), así como frutas frescas o deshidratadas.
AGL