Veintitantos

 

Por fin el chico por el que mueres te invita a salir. Van a un bar, te tomas un par de copas y tras una buena sesión de besos, el deseo les gana y regresan a su departamento para tener un 'round' delicioso sobre el colchón. Terminan y te sientes como en las nubes.

Cuando llegas a tu casa, te ataca un pensamiento horrible: probablemente sólo fue cosa de una noche y jamás podrás tener una relación estable con él. ¿Te ha sucedido?

Como en todo, puede haber experiencias buenas y experiencias malas y no todo debe establecerse como un parámetro. 

Así como puede haber chicos a los que no les interese tener nada más aunque sólo vayan a tomar un inocente helado puede haber los que obtengan el paquete completo y sigan queriendo más. 

En realidad no hay receta para que esto suceda o para que de una relación sexual surja una relación amorosa, todo depende del interés de cada uno y de lo que estén viviendo en ese momento de su vida. ¿Te has puesto a pensar que quizás él no quiere tener una relación seria en ese momento? ¿o que en realidad no son tan compatibles pero estás ilusionada por el efecto que el sexo tuvo en ti? 

El mejor consejo que te podemos dar con respecto a esta situación es: en primer lugar, no te sientas culpable. Lo que pasó pasó y no puedes hacer nada para cambiarlo, te sientas mal o bien. También te sugerimos que no te adelantes a las cosas. Si tuvieron sexo, no te hagas ideas mentales de que ya eres su novia. Sigan saliendo y diviértanse, piensa que lo que pasó sólo fue algo entretenido y que no tiene nada que ver con sus citas románticas. 

Si tu quieres seguir con una relación y él no, puede ser que él no era el indicado para ti. Alguien que no se da cuenta desde la primera vez de lo valiosa que eres, no vale la pena. ¡Piensa que lo mejor está por venir!

De verdad, debemos desechar la idea de que los hombres que tienen una relación sexual en la primera cita jamás qurerrán algo serio. Nuestros tiempos han cambiado y el pensamiento de que una mujer es "fácil" por hacer esto es absolutamente retrógrada. Recuerda que tú también eres un individuo y tienes derecho a hacer lo que quieras con tu cuerpo. No prestes atención a roles previamente establecidos por la sociedad.

 

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