Las relaciones a largo plazo corren el riesgo de caer en la monotonía, por eso mantén viva la flama jugando en la recámara.
Sentir que necesitas probar algo nuevo no significa que se hayan aburrido de estar juntos, de hecho es bastante recomendable querer experimentar cosas nuevas, jugar con tu pareja y hacer que la relación siga sintiendo la misma excitación que hubo con la primer caricia. Una forma de lograrlo son los juegos de roles, que no es más que jugar en la recámara a ser algún personaje y seducirse con esta dinámica.
Si nunca lo han hecho es probable que se sientan extraños al principio y se boten a carcajadas (por cierto, la risa durante el sexo no tiene nada de malo, ¡al contrario!). Pero como todo, requiere un poco de práctica para volver la experiencia totalmente excitante.
- Comienza con papeles sencillos, como la chica que lleva comida a domicilio y conforme te vayas sintiendo cómoda produce más a tus personajes.
- Los disfraces son excelentes para ayudarte a meterte en el papel. Verás que aunque suene difícil tener sexo mientras estás disfrazada resultará un momento electrizante.
- Es una excelente forma de vivir tus fantasías, por lo que la simple preparación del momento te pondrá a mil todo el día.
- Elige un personaje con el que te sientas cómoda y sexy y que el personaje de tu pareja se relacione con el tuyo. Algunos ejemplos: Fotógrafo - Modelo, Maestra - Alumno, Enfermo - Enfermera, Carpintero - Ama de Casa, Pintor - Musa, Policía - Ladrona.
- Una de las reglas de oro es el diálogo, así que piensa frases sexys que tu personaje diría para seducir a tu pareja. Te ayudará a meterte en el papel más fácil y elevará la temperatura en la cama.
- Sobre todo ¡diviértanse! No lo apresuren, disfruten, provóquense y alarguen la excitación lo más que se pueda.
¿Qué papel te gustaría jugar?
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